Anécdotas, vivencias, pensamientos, ideas, opiniones, locuras, reflexiones, conclusiones y demás (inpublicables en medios oficiales) de una periodista
domingo, 15 de julio de 2012
Nada
"¿Qué piensas?", me preguntó. Y cerca de diez ideas se peleaban en mi mente por ocupar el lugar principal. Todas querían ganar y la confusión aumentaba.
Silencio. Miradas fijas. Miradas evasivas.
No volvió a preguntar. Supongo que entendió que no quería hablar.
Mientras más tiempo pasaba más ideas llegaban a mi mente. Pero al mismo tiempo sentía que se iban colando, una a una, hasta que las más importantes aplastaban a las irrelevantes. Todo esto sin querer. Sin querer tener que buscar una respuesta a esa estúpida pregunta, tan corta pero tan cargada de miedo. Miedo a ver qué pienso.
Los pensamientos hacían de la suya en mi cabeza mientras que un agujero del tamaño de un anillo se iba abriendo en el medio del pecho. Ardor, dolor, malestar. Una sensación desagradable parecida a la tristeza. Inevitable, pensé. Ya no hay cómo pedirle a esa otra parte de mí que no sienta.
No pensar es quizás más fácil pero no sentir es imposible.
"Inseguridad", respondí después de minutos que parecieron horas. Y sentí ese amargo en mi saliva. Sentí que debía llorar, o quería. No lo hice. El sentimiento duró poco y ganó la razón. Quizás. Ganó la comunicación mas bien. Y hablé, hablé hasta sentir que mis palabras ya no tenían sentido. El miedo o la tristeza me impidieron pensar y hablar con claridad. Pero elegí hablar a llorar.
Cobarde sí. Dejé de hablar para cerrar los ojos y pensar. Volver a pensar. Piensas demasiado me repetí a mí misma. Ya ahora nada importa. Lo que crees que es de una forma ya no es. Y duele. Duele tener que fingir que no importa o al menos que no importanta tanto. Pero finges porque eliges eso. Cobarde.
Pienso y siento y es una explosión que no sé cuánto más resista. Quiero que se vaya, que no pregunte de nuevo, que nunca haya preguntado eso, que entienda cómo me siento sin decírselo. Quiero muchas cosas pero lo que más quiero ahora es no pensar.
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